Las nuevas tecnologías nos han abierto un mundo de interconexión
y relación constante, nos han permitido mantener conversaciones con personas
del otro rincón del planeta, nos han permitido saber y aprender sobre todo lo
que queramos tecleando las palabras correctas, nos han permitido estudiar, y
conocer mundo sin movernos de la silla, pero… ¿nos han convertido en una generación conformista?,
¿qué ha ocurrido con las cosas realmente importantes? Y con cosas realmente
importantes no me refiero a otra cosa que a las relaciones humanas, lo
verdaderamente esencial de nuestra naturaleza, eso que los científicos llaman función
vital.
Las redes sociales y las nuevas tecnologías nos han
convertido en extraños muy conocidos, por what´s app, por twitter, por facebook
o por cualquier red social cualquier conversación parece más fácil, cualquier
tema es factible, nos escondemos detrás de unas pantallas, nos hacen ser más
valientes de lo que somos, creamos relaciones falsas y destruimos las más
verdaderas. Esto desde mi punto de vista se debe a que Internet no tiene límites, tú puedes ser quién quieras cuando quieras, crearte un perfil falso y poner la
foto de otra persona, fomenta generaciones inseguras, que no se aceptan a
ellas mismas y deciden cambiarse la foto de perfil y contar cuatro mentiras
para sentirse bien, personas que no salen de casa y solo se sienten capaces de
ser ellos mismos por Internet, personas que olvidan como se habla con alguien
real, se crean personas ficticias, personas que necesitan ser algo distinto a
lo que son para ser felices.
Un programa que refleja muy bien esta triste realidad es el
programa “Catfish: Mentiras en la red”,
donde el presentador refleja los engaños de personas que se enamoran de alguien
por Internet y descubren que esa persona realmente no existe, que han estado
viviendo una mentira, y es muy triste que un “avance” como se supone que es
Internet y las redes sociales permita la existencia de este tipo de realidades
en las que personas suplantan la identidad de otra porque la suya no les
convence como si se pudiera elegir quien ser, se ha convertido más en un juego
de averiguar quién es quién que de un método para conocer a personas.
Esto se relaciona
mucho con la inseguridad que estas redes sociales generan, poder “robar “ fotos
de alguien y con ello “robar” su identidad datos como su nombre, su casa, es un
terreno peligroso, pues ya no solo aquellas personas que se hacen pasar por otras
porque no se siente cómodas con su propio “yo” sino aquellas que se hacen pasar
por otras para engañar, robar, y demás barbaridades que en estos años se han
propiciado por culpa de este tipo de cosas. Las redes sociales crean una sensación
de confort, de poder ser quién quieras sin ser descubierto y eso además de un
problema es algo realmente peligroso. En definitiva pienso que a nivel humano Internet y las redes sociales son más un atraso que un adelanto.
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