jueves, 9 de abril de 2015

La batalla del 'streaming'


Recientemente, un grupo formado por 17 estrellas del pop mundial, encabezado por el rapero Jay-Z, lanzó un servicio de escucha de música llamado Tidal, con la pretensión de competir con plataformas similares pero sin opción a descarga como Spotify, Vevo o Napster. Entre las estrellas copropietarias de esta plataforma destacan nombres como Beyoncé, Madonna, Alicia Keys, Daft Punk, Jack White, Kanye West o Nicki Minaj. La filosofía del servicio es que el artista es el centro del negocio.

Este sistema está disponible a todos los creadores que lo deseen cuyo objetivo es competir competir contra el sector actual. La diferencia entre la primera plataforma mundial de streaming (Spotify) y Tidal es que esta última funciona únicamente con una suscripción de pago, mediante una cuota de unos 9 euros al mes, además de la suscripción “pre  de 19 euros al mes. El servicio está formado dispone de un catálogo inicial de 25 millones de canciones, 75.000 vídeos musicales, listas de reproducción, identificador de melodías y recomendaciones de críticos musicales.

La aparición de esta plataforma coincide con el rechazo manifestado por la cantante Taylor Swift hacia uno de los sevicios competidores de esta, Spotify. La cantante y su sello discográfico, Big Machine, continúan esperando a que incluyan el catálogo de la artista sólo en su parte “premium” y es por eso que la cantante retiró todo su catálogo de este servicio. Spotify sigue negándose a cambiar de actitud, por lo que es razonable que surjan opciones que se aprovechen de la situación y decidan formar parte del universo streaming.

La competición actualmente se desarrolla en Internet, una vez que las descargas en iTunes o las ventas físicas han caído en picado, aunque es cierto que de una forma muy lenta, ya que, servicios como Spotify no consideran una amenaza la irrupción de Tidal. En esta situación actual solo cabe un mensaje, el de que cuanta más competencia haya entre las plataformas de streaming, más calidad tendrán sus productos y eso es algo a tener en cuenta.


Aquí os dejo el vídeo promocional de la plataforma Tidal




lunes, 6 de abril de 2015

Cuatro inventos destinados a mejorar nuestro futuro

Dado el éxito de “Cuatro aspectos fundamentales de las redes sociales futuras”, hoy abrimos de nuevo la sección, pero centrándonos esta vez en los cuatro inventos ya creados que seguro tendrán una gran trascendencia en el futuro. Y no, no hablamos de Apple Watch. Ya sea por comodidad, prestaciones o innovación, aquí os dejamos cuatro interesantes innovaciones.

  • ·         El llavero-cargador


Vale, tiene un aspecto muy mejorable, pero las comodidades de este llavero son múltiples. Puede llegar a cargar hasta dos dispositivos electrónicos de cualquier tipo en este aparato, ya que proporciona dos recargas, una mediante luz solar y otra gracias a su Mini Power Bank, una pequeña batería que sin duda sirve para unos apuros. Su precio, 9,90€ en La Tienda del Mañana (http://www.latiendadelmanana.com/) aumenta las buenas críticas obtenidas.

  • ·         El invento definitivo para no perder los objetos que más aprecias


Volviendo a las llaves, todos hemos estado alguna vez durante uno, diez o cien minutos sin saber dónde se encontraban estas. Y eso sin contar con todos aquellos (entre los que me incluyo) que las ha perdido definitivamente y tiene que conseguir un juego nuevo. También, aunque con menor frecuencia, nos encontramos casos de este tipo con cámaras de fotos o carteras. Todos estos problemas e imprevistos tienen solución gracias a la empresa española Pierdo y Encuentro (http://www.pierdoyencuentro.com/), que ha creado el cómodo PyE Beacon, de reducido tamaño, que se puede colocar en cualquier bien preciado para así ser informado en caso de extravío mediante una app de Android. Su precio, 52,50€ en su web, es elevado, aunque vale la pena debido a su fiabilidad.

Aquí podéis disfrutar de la aplicación Android: 

  • ·         El proyecto de WiTricity

De una empresa española a una norteamericana, WiTricity, que va camino de ser una de las compañías más poderosas en un futuro próximo. Y ello gracias a un proyecto iniciado por el profesor del MIT Marin Soljacic en 2007, que sin embargo ha sido dado a conocer el año pasado. WiTricity va más allá de lo visto hasta ahora y apuesta por un futuro sin cables, creando una bovina que permitirá cargar cualquier dispositivo electrónico en un rango (por el momento) de 2,5 metros. La innovación, todavía en fase de desarrollo, se espera que sea un paso fundamental en la medicina y una comodidad sin límites para el ciudadano. Queda mucho por hacer, pero las bases del futuro están sentadas.

  • ·         Emiota Belty, el cinturón que se ajusta a tus necesidades


A pesar de todas las ventajas que ofrece la bovina de WiTricity, estoy seguro de que si hiciésemos una encuesta sobre qué elemento desearían disfrutar antes, muchos/as de los encuestados/as elegirían antes el que les vamos a mostrar a continuación. Se denomina Emiota Belty, fue presentado en el Consumer Electronics Show (CES) celebrado en 2015 en Las Vegas, y su mecanismo es simple pero difícilmente más eficaz: consiste en un cinturón que se ajusta y se afloja en función de nuestras necesidades, encontrando el equilibrio perfecto. Ha creado un gran revuelo en el congreso comentado, y, aunque no conocemos todavía el precio con el que saldrá a la venta, se espera que sea un éxito de ventas en el futuro.

El arte de apostar

La costumbre del ser humano en jugarse sus ganancias en cuestiones o acontecimientos de toda clase se remonta a tiempos lejanos. Podríamos realizar una exhaustiva investigación o ir a las fuentes históricas para ver quién fue el primero en apostar algo de su propiedad para buscar su disfrute personal. Posiblemente todo empezó con una frase del estilo de: “A que no hay huevos de…”.


Con esta frase como pretexto el arte de apostar se expandió a campos como el deporte, el arte o el ámbito laboral. Tiempo después aparecieron los casinos. Lugares donde uno podía apostarse el sueldo de todo un mes en una tarde, y además, sin tener ningún tipo de complejo con ser reconocido al tratarse de recintos cerrados totalmente herméticos con respecto al mundo exterior. Visto el éxito que tuvieron los casinos desde un primer momento, el espectáculo estaba servido, los dueños dieron rienda suelta a su ingenio para organizar triquiñuelas (edificios sin ventanas, sin relojes, etc.) con el fin de robarle unos minutos más de su vida a cada cliente.

Una vez se ha levado a cabo una democratización de las nuevas tecnologías, casinos y casas de apuestas han encontrado en las redes sociales un altavoz perfecto. Por medio de la publicidad que ofrecen la mayoría de sitios web para poder llevar a cabo su actividad, las empresas dedicadas al juego o a las apuestas llegan a público de toda clase que redirigen a sus propias webs. A mi juicio es especialmente preocupante la capacidad de llegar hacia nosotros que tienen estas franquicias que hacen de algo que resulta adictivo para las personas. Estamos ante un tema controvertido que hace cómplices a las redes sociales. 

¿Un avance o un atraso?

Las nuevas tecnologías nos han abierto un mundo de interconexión y relación constante, nos han permitido mantener conversaciones con personas del otro rincón del planeta, nos han permitido saber y aprender sobre todo lo que queramos tecleando las palabras correctas, nos han permitido estudiar, y conocer mundo sin movernos de la silla, pero…  ¿nos han convertido en una generación conformista?, ¿qué ha ocurrido con las cosas realmente importantes? Y con cosas realmente importantes no me refiero a otra cosa que a las relaciones humanas, lo verdaderamente esencial de nuestra naturaleza, eso que los científicos llaman función vital.  
Las redes sociales y las nuevas tecnologías nos han convertido en extraños muy conocidos, por what´s app, por twitter, por facebook o por cualquier red social cualquier conversación parece más fácil, cualquier tema es factible, nos escondemos detrás de unas pantallas, nos hacen ser más valientes de lo que somos, creamos relaciones falsas y destruimos las más verdaderas. Esto desde mi punto de vista se debe a que Internet no tiene límites, tú puedes ser quién quieras cuando quieras, crearte un perfil falso y poner la foto de otra persona, fomenta generaciones inseguras, que no se aceptan a ellas mismas y deciden cambiarse la foto de perfil y contar cuatro mentiras para sentirse bien, personas que no salen de casa y solo se sienten capaces de ser ellos mismos por Internet, personas que olvidan como se habla con alguien real, se crean personas ficticias, personas que necesitan ser algo distinto a lo que son para ser felices.
Un programa que refleja muy bien esta triste realidad es el programa “Catfish: Mentiras en la red”, donde el presentador refleja los engaños de personas que se enamoran de alguien por Internet y descubren que esa persona realmente no existe, que han estado viviendo una mentira, y es muy triste que un “avance” como se supone que es Internet y las redes sociales permita la existencia de este tipo de realidades en las que personas suplantan la identidad de otra porque la suya no les convence como si se pudiera elegir quien ser, se ha convertido más en un juego de averiguar quién es quién que de un método para conocer a personas.




 Esto se relaciona mucho con la inseguridad que estas redes sociales generan, poder “robar “ fotos de alguien y con ello “robar” su identidad datos como su nombre, su casa, es un terreno peligroso, pues ya no solo aquellas personas que se hacen pasar por otras porque no se siente cómodas con su propio “yo” sino aquellas que se hacen pasar por otras para engañar, robar, y demás barbaridades que en estos años se han propiciado por culpa de este tipo de cosas. Las redes sociales crean una sensación de confort, de poder ser quién quieras sin ser descubierto y eso además de un problema es algo realmente peligroso. En definitiva pienso que a nivel humano Internet y las redes sociales son más un atraso que un adelanto.

domingo, 5 de abril de 2015

HER



La tecnología no está tan lejos de crear una inteligencia artificial como la que se expone en esta película de Spike Jonze, en la que el protagonista se enamora de un sistema operativo. De hecho es quizá un pequeño adelanto de lo que le espera a esta a sociedad tecnológica que avanza a pasos agigantados. Es cierto que es muy difícil llegar a conseguir que un robot tenga conciencia propia, aunque sí se le puede programar de modo que lo parezca, y además está el problema de la batería: si un robot solo da 20 minutos de conversación la gente se aburriría. Pero en este terreno se está avanzando mucho.

Her, la película ¿Qué esconde el argumento de este film?

Lo primero que me llama la atención de la película es el tipo de sociedad en la que viven los personajes: una ciudad muy desarrollada donde la tecnología está  totalmente acoplada al día a día de las personas y todo el mundo parece ser preso de un individualismo brutal. La gente camina por la calle sola hablándole a sus sistemas operativos a través de un pequeño audífono en una oreja, y sin embargo el contacto real con personas de carne y hueso les cuesta mucho más.

El estado de tremenda soledad al que llegan las personas también queda plasmada por la dificultad que parecen tener para expresar sentimientos a seres queridos. De hecho Theodore, el protagonista, trabaja en una empresa que se dedica a escribir cartas en nombre de quien les paga, haciéndose pasar por ellos mismos. Además, a todo el mundo parece costarle establecer lazos con la gente y mantener relaciones de forma permanente.

Si se puede resumir en una frase la trama de la película yo diría: el amor en tiempos de internet. Se me ponen los pelos de punta con la idea de que un humano pueda enamorarse de un sistema operativo que ni siquiera es real. Con esto no pretendo hacer un spoil de la película y por ello no entraré más en detalles, porque es una película 100% recomendable y os animo a que la veáis.


jueves, 2 de abril de 2015

Cuando la ficción supere a la realidad...

Hoy en día sabemos que las finales de la Copa del Mundo, la Copa de Europa, la Superbowl, las finales de la NBA… todos estos eventos deportivos son vistos, en directo y a través de la pantalla o radio, por cientos de millones de personas y los colocamos, sin duda alguna, en el puesto número uno del ranking de los eventos favoritos del espectador. Sin embargo, los videojuegos e Internet podrían hacer que esto cambiara en un futuro no muy lejano.

Los beneficios que reportan los ‘’deportes reales’’, llamémoslos así, son cada año más grandes y, sin embargo, a veces no alcanzan a superar a la de los ficticios. Es el caso de lo que ocurrirá con el fútbol americano y los esports (así los llama Newzoo, compañía encargada de hacer el estudio comparativo) pues estos últimos superarán al juego real en millones de espectadores creciendo su cuota de seguidores de 89 millones en 2014 a 200 millones en 2020 mientras que los hinchas de los distintos equipos de la NFL no superarán los 150 millones según el estudio.



“Antes eran una herramienta de marketing para las empresas que no generaba ningún beneficio directo. Ahora son un negocio en sí mismo”, ha dicho Peter Warman, CEO de Newzoo. Estos números vienen a confirmar algo de lo que ya se estaba hablando en 2014, en la que los esports consiguieron varios récords: Amazon llevó a cabo la adquisición más cara de su historia al comprar por más de 700 millones de euros el portal Twitch, especializado en retransmisiones de videojuegos; El equipo chino Newbee se llevó cuatro millones de euros por ganar uno de los mayores torneos, el DOTA 2 y ese mismo equipo asumió el primer fichaje del primer fichaje del sector por encima de los 100.000 euros: el del jugador Wang Xiaotuji.


Igual el futuro es diferente y nuestros hijos prefieran jugar al fútbol con las manos en lugar de con los pies, aún no lo sabemos. Lo que está claro es que por continentes, Asia seguirá siendo la líder en los próximos años: en 2017 llegará a los 76 millones de aficionados frente a los 44 que sumarán Europa y Estados Unidos. Pero es que en Asia los esports ya son un deporte más como podemos probar con el hecho de que una de las universidades más importantes de Corea del Sur ya acepta a alumnos por su valía en los videojuegos. 

jueves, 26 de marzo de 2015

Facebook, ese gran amigo


El pasado 30 de enero, la red social Facebook cambió sus condiciones y sus políticas respecto al usuario. En estos momentos, la herramienta social creada por Mark Zuckerberg tiene derecho, según sus políticas, a rastrear cualquier usuario web y dispositivo que vea oportuno, a acceder a la información de los usuarios y a utilizar nuestra foto de perfil para fines comerciales sin aclarar, por supuesto, con qué propósito último.

Con esta introducción, puede parecer que este es un artículo orientado a desprestigiar a Facebook o algo por el estilo, pero nada más lejos. En realidad, su objetivo es despertar un simple espacio de conciencia en la cabeza del lector y, dado el caso, obre en consecuencia. Con unos segundos bastará:

Abramos la pestaña de nuestro ordenador y entremos en nuestra cuenta de Facebook. Ahora preguntémonos, ¿qué imagen queremos dar? O mejor, ¿qué imagen estamos dando? Constantemente se nos ofrece la oportunidad de aportar más datos a cerca de nosotros (trabajo, sitios de residencia, gustos musicales, ideología, etc.) y, claro, cómo vamos a permitir que nuestros contactos, ese saco de personas que nos alegra ver cada vez más lleno, estén al margen de esa valiosa información.

Nos “desnudamos” a conciencia y, en el fondo, nos gusta. Se trata de una necesidad inefable de mostrarnos al mundo como personas que saben de cine, de música o de política y eso no es malo, no, pero cuando regalamos “me gusta” a artículos que no leemos, fotos que no abrimos o vídeos que no terminamos, algo va mal.

No traigo la solución, y no pretendo generalizar, aunque no voy a entrar en señalar los buenos usos de las redes sociales e intenciones didácticas que tienen otras personas quienes seguro no se verán identificadas. Solo aprovecho para mostrar el reflejo de una realidad que, sea el más fiel o no, siempre será otra realidad.


Aquí os dejo un vídeo que se hizo viral hace dos años en el que un supuesto vidente adivina información de las vidas de una serie de personas, quienes no saben que todos esos datos los obtiene de sus cuentas de Facebook.